Los compradores pueden ahora sentirse seguros a sabiendas de que recuperarán su dinero si devuelven un producto. Los viajeros pueden comprar billetes de tren o de avión sabiendo que pueden obtener un reembolso si el viaje se retrasa o se cancela. Y las normas que deben cumplir los productos en las tiendas de la UE se encuentran entre las más estrictas del mundo, tanto en términos de calidad como de seguridad.